En Huertomanías buscamos crear un espacio productivo y de trabajo que respete la subjetividad de las personas, como parte del ejercicio de sus derechos. Somos un huerto urbano, donde cultivamos todo bajo principios de permacultura, y luego procesamos artesanalmente para hacer conservas y otros productos, que se venden en ferias y en los eventos que organizamos. Además, ofrecemos servicios como talleres de huerto y sobre temas de salud mental, abiertos a la comunidad, donde podemos sensibilizar sobre consumo responsable y saludable, mientras se ofrece la experiencia de intercambio con personas que son excluidas de la comunidad. Estamos convencidos que este intercambio, esta relación directa con la diferencia, es lo que hace que se combatan los estigmas que causan las barreras de acceso y obstaculizan el ejercicio de los derechos y la ciudadanía. Por esto, organizamos espacios orientados hacia la discusión y crítica del modelo hegemónico hospitalocéntrico y biomédico, para caminar hacia un modelo comunitario, social y basado en los derechos.
Trabajamos en un modelo cooperacionista, por lo que todos en Huertomanías somos socios y trabajadores. La toma de decisiones se hace en asambleas, mediante la participación democrática, donde todos tenemos voz y voto en igualdad de condiciones, y somos responsables por el rumbo del emprendimiento. Además, hemos creado un sistema de trabajo que nos permite tener la suficiente flexibilidad para poder acomodarnos a las necesidades de los socios, y aprovechar la diversidad, al mismo tiempo que pueda ser justo con todos y productivo para todos.
Hemos aprendido y trabajado mucho desde el 2015. Acompañar el proceso de alcance de autonomía de personas que han sido sistemáticamente excluidas y discriminadas es sumamente complejo y enriquecedor al mismo tiempo. Partimos de la importancia de plantear que todas las personas necesitamos lo mismo: sentirnos realizados, según nuestros intereses y habilidades. Así, buscamos fomentar la diversificación de los espacios de vida y desarrollo y el ejercicio de los derechos y ciudadanía, como centro de la recuperación en la comunidad. En este sentido, Huertomanías no es un espacio de terapia, sino de trabajo, entendiendo el trabajo como un componente esencial para el bienestar de todas las personas. Así mismo, el ser parte de un grupo, recuperar lazos sociales, tener espacios independientes de la familia para desarrollarse, se ven como puntos clave de este aprendizaje. Se toma consciencia de la importancia de caminar hacia el bienestar, por lo que empoderarse del propio tratamiento – y, especialmente, de la salud – también es necesario. Hemos visto que, si es que las personas se reinsertan y recuperan estos espacios y conexiones, entonces el tratamiento pasa a ser un componente más de la vida, y no el núcleo. La vida se recupera, mientras nos recuperamos.
Hemos desarrollado un modelo para ser replicado, y creemos que eso será el futuro de este emprendimiento. Hay mucha necesidad de este tipo de dispositivos, y este es el único emprendimiento con estas características en todo el Ecuador.
Nayón